En la biosfera existe una gran variedad de ambientes: océanos, rios y lagos,
bosques, praderas, desiertos, etc. En ellos habita una diversidad inimaginable
de seres vivos que se relacionan unos con otros. La biosfera es demasiado
extensa para poder estudiarla en su globalidad. No obstante, podemos elegir
un determinado fragmento para tratar de comprender cómo funciona.
Contemplando un paisaje determinado , un bosque por ejemplo, podemos
distinguir dos tipos de componentes:
los seres vivos (plantas, animales y
otros organismos) y los integrantes no vivos del medio (aire, suelo, etc.).
Estos componentes están estrechamente relacionados entre sí. Las plantas
toman del medio lo que necesitan para nutrirse y, a su vez, son devoradas por
animales que también sirven de alimento a otros animales.
El conjunto de organismos que conviven en un determinado lugar y las relaciones que se establecen entre ellos y con el medio en el que viven constituyen una unidad de funcionamiento de la naturaleza que se denomina ecosistema.