El comportamiento de las plantas
Las plantas carecen de órganos de los sentidos. Tampoco pueden desplazarse para cambiar el ambiente que las rodea. Sin embargo, como los animales, las plantas pueden detectar cambios en el medio y responder ante estos cambios.
La respuesta más frecuente de las plantas consiste en crecer lentamente en una determinada dirección, definida por el estímulo. Estas respuestas se llaman tropismos.
Respuesta a la luz o fototropismo
Las plantas necesitan luz para realizar la fotosíntesis y así elaborar
los compuestos orgánicos. Por eso, responden ante la luz creciendo
hacia ella.
Muchas plantas, incluso, mueven las hojas y las disponen de la forma
en que reciben el máximo de iluminación.
Respuesta a la gravedad o geotropismo
No importa cómo dispongamos una semilla en el suelo. Cuando la nueva
planta surge, el tallo se dirige hacia arriba y la raíz se introduce en el
suelo.
Las plantas pueden sentir la fuerza de la gravedad. Las raíces crecen
hacia la tierra, allí encontrarán el agua y las sales del suelo. Los talllos
crecen en sentido contrario, hacia arriba; allí encontrarán la luz
necesaria para la fotosíntesis.
Respuesta al agua o hidrotropismo
El agua es esencial para la planta y se absorbe por las raíces. Las raíces crecen hacia donde hay agua; eso significa que si el agua se encuentra en la parte superior del suelo crcen hacia allí, aunque tengan que ir en contra de la gravedad.